Estimada Mayo Clinic: Consumir cúrcuma durante el tratamiento del cáncer de mama
ESTIMADA MAYO CLINIC: Hace poco me diagnosticaron cáncer de mama y, primero, me harán una intervención quirúrgica y, después, recibiré quimioterapia. Una amiga me dijo que la cúrcuma tiene propiedades anticancerígenas. Anteriormente, tomé suplementos de cúrcuma para la osteoartritis. ¿Pueden darme más información sobre la cúrcuma y decirme si es peligroso tomar un suplemento junto con el tratamiento tradicional contra el cáncer de mama?
RESPUESTA: La cúrcuma es un polvo de color amarillo brillante que proviene de la raíz de una planta de la familia del jengibre y crece en muchos países asiáticos y otras zonas tropicales. Es uno de los ingredientes principales del curry en polvo tan usado en muchos platos de la India y el Asia, además de servir como colorante para alimentos, telas y cosméticos. La raíz puede secarse para fabricar cápsulas, tabletas, extractos, polvos o té y también se puede fabricar una pasta para aplicar en la piel.
El principal componente activo de la cúrcuma es la curcumina, que da a esta especie su clásico color amarillo. La curcumina tiene propiedades antiinflamatorias, lo que la convierte en un posible tratamiento contra varias enfermedades, entre ellas, la osteoartritis, porque reduce el dolor y facilita el movimiento en quienes la padecen. Un estudio descubrió que tomar extracto de cúrcuma tres veces al día es comparable con tomar una dosis diaria de 1200 miligramos de ibuprofeno para calmar el dolor causado por la artritis. No obstante, es necesario investigar más para confirmar estos efectos.
Además de las propiedades antiinflamatorias, los estudios plantean que la curcumina aporta muchos otros beneficios para la salud. Por ejemplo, son antioxidantes, regulan el metabolismo, son antimicrobianos, modulan la inmunidad, mejoran el estado de ánimo, son neuroprotectores y tienen efectos anticancerígenos.
Los estudios preclínicos demuestran que la curcumina detiene el desarrollo de las células del cáncer de mama en el laboratorio, pero es difícil estudiar si ocurre lo mismo en los humanos porque el cuerpo descompone rápidamente esta sustancia. Es preciso realizar estudios de alta calidad en humanos para confirmar estos resultados y guiar el uso eficaz y seguro de la cúrcuma como suplemento.
Cuando se ingiere cúrcuma como un superalimento o se la utiliza como especie en culinaria, parece que la cantidad consumida no suele ser peligrosa para los pacientes con cáncer. No obstante, las fuentes alimentarias son diferentes a los suplementos de cúrcuma y a las pastillas. Hay muy pocas investigaciones como para asegurar que los suplementos de cúrcuma son seguros cuando se combinan con tratamientos oncológicos, como cirugía, radiación y quimioterapia.
Por ello, es preocupante que los pacientes bajo tratamiento oncológico consuman suplementos, como la cúrcuma. Los suplementos no están normalizados, como los medicamentos recetados; es decir, la dosis no está regulada ni la pureza está garantizada. Lo que se obtiene puede diferir de uno a otro frasco y entre una y otra marca, además de que puede haber variables según qué parte específica de la planta se haya utilizado. Muchos suplementos con poderosos efectos antiinflamatorios, como la cúrcuma, tienen propiedades anticoagulantes, lo que puede aumentar el riesgo de sangrado y provocar complicaciones con la cirugía.
Asimismo, es preocupante el consumo de suplementos en combinación con la quimioterapia debido a la posible interacción entre fármacos y productos herbarios. Los análisis de laboratorio demuestran que la eficacia de dos fármacos usados en la quimioterapia contra el cáncer de mama (la doxurubicina y la ciclofosfamida) puede disminuir al administrarlos junto con la cúrcuma, aunque todavía se desconoce la importancia clínica. Otro fármaco frecuentemente utilizado en la quimioterapia contra el cáncer de mama, el paclitaxel, puede derivar en toxicidad para el hígado cuando se combina con la cúrcuma. En resumen, no se sabe el efecto de la cúrcuma sobre la quimioterapia y para guiar sobre este asunto, hace falta una investigación más profunda. A fin de reducir el riesgo de sufrir daños, lo recomendable es usar suplementos bajo guía médica.
Lo mejor es hablar con el equipo de atención oncológica acerca de los suplementos que el paciente toma para verificar que sean seguros, especialmente en combinación con el tratamiento contra el cáncer. A menudo, la comercialización de los suplementos los hace lucir esperanzadores, pero posiblemente no cuentan con investigaciones de alta calidad que respalden sus afirmaciones y pueden resultar peligrosos. Como regla general, no existen soluciones mágicas. La mejor alternativa, comprobada una y otra vez mediante estudios, es obtener todos los antioxidantes, los fitonutrientes, las vitaminas y los minerales que el cuerpo necesita mediante una alimentación integral y de origen vegetal que incluya mucha cantidad de verduras y frutas de todos los colores, cereales integrales, legumbres, frutos secos y semillas. — Dra. Dawn Mussallem, Hematología y Oncología de Mayo Clinic en Jacksonville, Florida
Este artículo se publicó por primera vez en la Red Informativa de Mayo Clinic.
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