Recuperar la salud sexual después del tratamiento oncológico

Estimated reading time: 9 minutes
Foto de un hombre con su brazo alrededor de una mujer mientras se ríen

Por Nicole Brudos Ferrara

Los problemas de alcoba son complicados, incluso en circunstancias normales, pero los inconvenientes que ocurren en el ámbito sexual durante la recuperación de un tratamiento oncológico empeoran aún más la situación. Si le diagnosticaron cáncer, es importante que sepa que el tratamiento contra ciertos tipos de cáncer puede provocar una gama de síntomas que dificultan la relación sexual.

El cáncer en la zona pélvica, que incluye colon y recto, vejiga, próstata, cuello del útero, endometrio (cáncer uterino), ovarios y vagina, tiene más probabilidad de causar problemas con las relaciones sexuales después del tratamiento. El diagnóstico y el tratamiento del cáncer de mama también pueden provocar efectos secundarios que complican la actividad sexual.

Muchos tipos de quimioterapia contra el cáncer acarrean efectos secundarios, como pérdida de la libido y disfunción eréctil, que rápidamente apagan el fuego de la pasión. 

El hecho de tener cáncer también afecta las emociones. El diagnóstico, el tratamiento o el pronóstico pueden hacer que la persona con cáncer se sienta ansiosa y desgastada. Esas emociones alteran la disposición hacia el sexo y la intimidad con la pareja.

Continúe leyendo para obtener una visión general respecto a cómo el cáncer y el tratamiento oncológico afectan la salud sexual y cómo lograr una vida sexual sana después del tratamiento.

Efectos secundarios frecuentes del tratamiento oncológico

Al hablar acerca de cómo afecta el tratamiento oncológico a la sexualidad, la Dra. Jennifer Vencill, psicóloga de Mayo Clinic, divide la función sexual en cuatro ámbitos: deseo, excitación, capacidad de alcanzar el orgasmo o de eyacular y dolor. Subraya que puede haber mucha superposición entre estos ámbitos. «El sexo y la sexualidad son multifactoriales e increíblemente complejos», comenta.

Los efectos emocionales de hacer frente a un diagnóstico de cáncer, sumados a los efectos físicos del tratamiento, pueden afectar considerablemente el deseo sexual, también conocido como libido. «Durante el tratamiento contra el cáncer o después de él, es muy frecuente que disminuya el interés por la actividad sexual», afirma la Dra. Vencill.

La capacidad de excitarse sexualmente también es, a menudo, otra «baja» del tratamiento oncológico. «Existe la posibilidad de que durante o después del tratamiento oncológico, uno note que cambia la forma en la que el cuerpo siente la excitación sexual. Esos cambios pueden incluir dificultad con las erecciones y afinamiento o sequedad de los tejidos de la vulva y la vagina», comenta la Dra. Vencill.

Un efecto secundario frecuente de la cirugía para tratar el cáncer es el entumecimiento, lo que puede reducir la sensibilidad y dificultar el orgasmo o la eyaculación. «Es muy común que los pacientes presenten cambios en la sensibilidad — que pueden ser de entumecimiento en ciertas partes del cuerpo y de neuropatía o sensación de hormigueo — y que realmente alteran la capacidad de alcanzar el clímax sexual. La prostatectomía u otro tratamiento contra el cáncer de próstata pueden afectar mucho la función eyaculatoria», asegura la Dra. Vencill.

El tratamiento oncológico también puede llevar a sentir dolor e incomodidad durante la actividad sexual, lo que posiblemente tiene que ver con la cirugía en la zona pélvica o en los órganos reproductivos y con los cambios hormonales consiguientes. Una ooforectomía, por ejemplo, es una cirugía para extirpar uno o dos ovarios y puede provocar cambios drásticos en los niveles hormonales del cuerpo, lo que lleva a sequedad en la vulva y la vagina, así como a dolor o incomodidad con la penetración del coito. La quimioterapia o la radiación en la zona pélvica también pueden causar sequedad en la vulva y la vagina, lo que provoca dolor durante la penetración. 

«Un procedimiento quirúrgico, especialmente en la pelvis, altera las terminaciones nerviosas y los grupos musculares que participan directamente en la respuesta sexual. Además, el tratamiento produce un efecto cascada indirecto con pérdida de la libido o disminución del deseo sexual, fatiga, náusea debido a la quimioterapia y problemas con la imagen corporal», explica la Dra. Vencill. 

Efectos emocionales del cáncer sobre la sexualidad

El diagnóstico de cáncer y el tratamiento oncológico suelen venir acompañados por una variedad de emociones, tanto en los pacientes con cáncer como en sus parejas sexuales.

«No se puede ignorar el impacto mental y emocional del tratamiento sobre los pacientes y sus parejas sexuales. En el caso de las parejas que también hacen las veces de cuidadores, lidiar con asuntos de sexo en medio del tratamiento oncológico y del período de supervivencia de la enfermedad puede ser una realidad única y complicada», dice la Dra. Vencill.

«No se puede ignorar el impacto mental y emocional del tratamiento sobre los pacientes y sus parejas sexuales. En el caso de las parejas que también hacen las veces de cuidadores, lidiar con asuntos de sexo en medio del tratamiento oncológico y del período de supervivencia de la enfermedad puede ser una realidad única y complicada».

Según la Dra. Vencill, el estrés psicológico y emocional es un obstáculo en la salud sexual, puesto que la experiencia del cáncer y del tratamiento oncológico son grandes factores de estrés en la vida y afectan a la gente de forma física, emocional, mental e interpersonal. «El estrés, la ansiedad y la depresión se presentan con frecuencia en los pacientes con cáncer y en sus familiares, quienes suelen luchar contra la enfermedad junto a ellos y a su manera, mientras también viven sus propias experiencias», añade.

«Los efectos secundarios del tratamiento contra el cáncer posiblemente provocan más estrés y ansiedad, pero el apoyo positivo de la pareja puede atenuarlos —apostilla la Dra. Vencill— y es importante que, en cuanto la persona se sienta lista, converse acerca del bienestar mental y emocional, además de hablar sobre la salud sexual».

La Dra. Vencill dice que el nivel de comodidad de una persona para hablar sobre sexo predice el éxito que tendrá para superar los problemas de la salud sexual que ocurren con el tratamiento oncológico. Recomienda hablar abiertamente con la pareja respecto a las sensaciones emocionales y físicas, además de cómo el tratamiento oncológico afecta la salud sexual.

«Puede ser algo realmente difícil, porque a la mayoría de las personas nunca se las motivó ni instruyó para hablar de forma abierta sobre problemas de la salud sexual», afirma la doctora.

Si esto, para usted, implica librar una batalla interior, hable con el proveedor de atención médica a fin de que le remitan a un especialista en salud sexual. «Cuando una conversación es difícil de mantener, puede ser sumamente útil buscar el apoyo de un profesional capacitado para ayudar con el diálogo», opina la Dra. Vencill.

Cómo recuperar la función sexual después del tratamiento oncológico

No todas las noticias son nefastas, puesto que es posible superar los efectos sexuales secundarios que se presentan con el tratamiento oncológico.

«Cuando pienso en la recuperación de la función sexual, tres palabras me vienen a la mente: paciencia, exploración y apoyo. A medida que uno se recupera de una experiencia dura y que puede ser increíblemente traumática, hay que tener paciencia con la salud física y mental», declara la Dra. Vencill.

«Cuando pienso en la recuperación de la función sexual, tres palabras me vienen a la mente: paciencia, exploración y apoyo. A medida que uno se recupera de una experiencia dura y que puede ser increíblemente traumática, hay que tener paciencia con la salud física y mental».

Después del tratamiento oncológico, tenga paciencia consigo mismo y con su pareja, a medida que vuelven a descubrir una salud sexual óptima. Llevará tiempo recuperarse emocionalmente y explorar qué es normal en la sexualidad después del tratamiento oncológico.

«La exploración puede implicar redescubrir sensaciones corporales y zonas erógenas, algo que en el mundo de la terapia sexual se conoce como hacer un mapa del cuerpo, o podría tratarse de llegar a sentir comodidad con un cuerpo cuya apariencia y funcionalidad cambiaron drásticamente. Esto podría requerir explorar, sea en soledad o en pareja, ayudas sexuales y cosas que quizás antes ni siquiera pensó incorporar en su vida sexual», añade la Dra. Vencill. 

La Dra. Vencill también señala que, después del tratamiento oncológico, puede ser provechoso tomar un tiempo para explorar la sexualidad sin una pareja a fin de entender a cabalidad qué es lo «normal» en esta nueva salud sexual. Acota lo siguiente: «Vale la pena hacer uno mismo esa exploración, antes de pasar a explorarlo con la pareja, para tener una idea del punto de partida y de la comodidad personal».

Existen terapias para recuperar la salud sexual después del tratamiento oncológico. Consulte al equipo de atención médica acerca de recursos y especialistas en salud sexual que estén ubicados en su área y no tema recurrir a ellos.

«Existen muchas más opciones de las que la gente cree. Hay excelentes alternativas de tratamiento para quienes luchan contra la sequedad de la vulva y la vagina, el dolor con las relaciones sexuales, los problemas de erección y demás. Hay también proveedores de salud mental que son increíbles y que se especializan en salud y terapia sexual, cuidados oncológicos y atención a pacientes de cáncer. Esos profesionales ayudan a la gente durante el proceso del tratamiento oncológico y de la supervivencia del cáncer», asegura la Dra. Vencill.

Si le diagnosticaron cáncer, consulte al proveedor de atención médica acerca de los efectos secundarios de índole sexual que podrían presentarse según el tipo específico de cáncer y de tratamiento. Pregunte qué cambios corporales y efectos frecuentes se anticipan en los cuatro ámbitos sexuales. Lo más importante es que averigüe qué tipo de atención existe en caso de tener dificultades sexuales debido al tratamiento oncológico.

«Muchos proveedores de atención médica no se sienten preparados para aconsejar a sus pacientes respecto a los efectos secundarios de índole sexual que están relacionados con el tratamiento oncológico, pero es muy importante abogar por uno mismo, aunque resulte incómodo», explica la Dra. Vencill.


El tratamiento oncológico probablemente afectará su sexualidad de alguna manera, pero con positivismo y apoyo adecuado podrá recuperar bien la salud sexual más adelante.

«La nueva normalidad sexual durante y después del tratamiento oncológico, sea cual fuere, puede ser completamente diferente a lo que usted anticipaba; sin embargo, eso no significa que sea algo malo», afirma la Dra. Vencill. 

«Cuando conozco a alguien por primera vez, a veces, veo que atraviesa por un proceso de duelo; pero durante esa etapa, hay que reconocer que al otro lado no necesariamente aguarda una catástrofe ni cosas tan malas como uno cree. De hecho, algunos supervivientes de cáncer con quienes trabajo tienen una vida sexual mejor de la que tenían antes del tratamiento oncológico», concluye.

Más información

Vea a la Dra. Jennifer Vencill hablar sobre la salud sexual después del tratamiento oncológico en este vídeo podcast de «Preguntas y respuestas de Mayo Clinic»: