Cáncer intestinal: Experto de Mayo Clinic Healthcare describe el rol de los pólipos difíciles de ver en el riesgo para cáncer
Los médicos que examinan a la gente para detectar el cáncer intestinal están cada vez más preocupados por un tipo de pólipo que en algún momento se consideró inofensivo: el pólipo serrado, o bulto plano que crece en el colon, tiene un filo parecido a una sierra, es casi translúcido y, a veces, no se visualiza fácilmente durante la colonoscopia. Los nuevos estudios plantean que se debe revisar con más frecuencia el cáncer intestinal en las personas que tienen pólipos serrados, escribe un experto de Mayo Clinic Healthcare en un comentario de la revista Gut (Intestino).
El cáncer intestinal, también conocido como cáncer colorrectal, empieza en la última parte del tracto digestivo, en el colon, y normalmente con pólipos pequeños que cuando son benignos no provocan síntomas, pero que gradualmente se vuelven cancerosos. La detección del cáncer colorrectal sirve para encontrar y extraer los pólipos antes de que se vuelvan cancerosos. Existen tipos diferentes de pólipos y, hasta hace poco, los médicos no se preocupaban por los pólipos serrados.
«La perspectiva respecto a los pólipos serrados ha avanzado mucho en las últimas dos décadas y se ha pasado de verlos como lesiones benignas que no se convierten en cáncer a reconocerlos como lesiones capaces de provocar hasta el 33 por ciento de todo el cáncer colorrectal», anota en el comentario el Dr. James East, gastroenterólogo de Mayo Clinic Healthcare en Londres.
No existen datos que indiquen si hay que vigilar más estrechamente el cáncer colorrectal en las personas que tienen pólipos serrados, pero un nuevo estudio de gran tamaño, realizado por el Dr. Dan Li y sus colegas en Kaiser Permanente y publicado en Gut, ahora plantea que quienes tienen solo pólipos serrados o también otro tipo de pólipo, llamado adenoma, posiblemente requieran colonoscopias con mayor frecuencia, afirma el Dr. East.
Desde hace mucho se considera que los adenomas son los precursores del cáncer y el estudio de Kaiser Permanente muestra que los pólipos serrados aumentan el riesgo para cáncer en más o menos igual cantidad que los adenomas y que la presencia de ambos tipos de pólipos aumenta todavía más ese riesgo, anota el Dr. East.
Es preciso investigar más para refinar el cálculo del riesgo para cáncer en las personas que tienen solo pólipos serrados o también adenomas a fin de determinar el mejor método de examinar a cada paciente, explica el Dr. East.
Una posibilidad sería dejar de lado las mediciones del riesgo según el tipo de pólipo y, en su lugar, concentrarse en marcadores como la cantidad de pólipos, en combinación con otros factores de riesgo para cáncer intestinal, como la obesidad, una alimentación con alto contenido graso, el hábito de fumar y el consumo elevado de alcohol, o con enfermedades inflamatorias del intestino, como la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerativa, añade el médico.
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